sábado, 4 de abril de 2020

Para Carlos Kayman

Tiene los ojos secos
con la mirada de otros mundos
Lloras por ella, por el dolor de su vacío
Sabes que no comprenderá,
que sufrirá lo indecible.

Siempre ocupándote de los otros,
olvidándote de tus pesares

Ahora, las nubes han bajado
y sospechas que los dioses no lloran.

Tú, cómo pocos, 
miras en soledad la vida.
Cerca estamos los que te queremos,
ángeles para tu desamparo.

Esfuérzate en su recuerdo apacible y alegre. 

Apóstol de la prudencia,
de los mantecados nocturnos,
de la ironía bondadosa.. 

Te ves ajeno al mundo,
aunque sabes que no estás solo...que nuestras almas te acompañan

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