lunes, 3 de diciembre de 2012

El autocontrol: el dominio de nuestros hábitos.


A menudo, las metas sensatas a largo plazo (dejar de fumar para siempre, no beber en exceso, hacer ejercicio) entran en conflicto con la tentación de los placeres inmediatos (fumar un cigarrillo, beber hasta la extenuación, apoltronarse en el sofá). Resistirse a la tentación requiere de cierto autocontrol, de la capacidad de anteponer los objetivos a largo plazo a las recompensas inmediatas u otros obstáculos. Las preguntas que nos realizamos son las siguientes:
a.- ¿Cómo es posible que el ser humano se rinda a la tentación, comprometiendo con ello sus propios intereses?
            b.- ¿Qué circunstancias favorecen el autocontrol?
            c.- ¿Cómo puede reforzarse?

Dos sistemas de procesamiento de la información

Partimos del presupuesto que el individuo se ha comprometido a cambiar su comportamiento. Una dosis de autocontrol resulta una virtud, ya que puede proteger a la propia persona, así como salvar a otras de las consecuencias negativas originadas por un comportamiento impulsivo.
Hoy en día, muchos investigadores creen que el autocontrol puede describirse en términos de conflicto entre diversos agentes o sistemas psicológicos.  Existen dos sistemas de procesamiento de la información: el impulsivo y el reflexivo.
a.- El impulsivo consta de conexiones asociativas que aseguran un procesamiento de la información automático y de ahorro de recursos. La magnitud de los impulsos varía en función de la personalidad, del estado de necesidad homeostática y de la experiencia previa.
b.- El sistema reflexivo se encarga de la planificación y de valorar las consecuencias de la conducta. Resulta más elaborado y costoso; también demanda aquellos recursos que a menudo resultan limitados: tiempo y capacidad de memoria. Se ponen en marcha siempre que una persona se proponga una meta a largo plazo.

Objetivos a largo plazo

Hay un recurso en la página web http://www.stickk.com/ del profesor Dean Karlan e Ian Aynes que se ha ideado para lograr objetivos a largo plazo. El grado de autocontrol depende de la interacción entre diversos factores. El modelo de sistema dual proporciona diferentes trucos:
1.- Sea consciente de los riesgos y consecuencias negativas que pueden comportar a largo tiempo la conducta indeseada.
2.- Aumente el compromiso personal, explicando, por ejemplo, cuáles son sus objetivos a sus amigos.
3.- Transforme los objetivos abstractos en pequeñas etapas que hay que cumplir.
4.- Alégrese de los logros parciales y la consecución por etapas.
5.- Elabore propósitos del tipo “si-entonces”
6.- Sustituya las antiguas costumbres por otras nuevas
7.- Modifique sus impulsos mediante la asociación del aspecto externos de las tentaciones con estímulos negativos.
8.- Reflexione sobre qué situaciones representan un gran riesgo para usted y, en la medida de lo posible, trate de evitarlos.
9.- Mejore su autocontrol mediante el entrenamiento de su memoria de trabajo.
10.- Procure realizar suficientes pausas y momentos de descanso con el fin de restaurar sus recursos cognitivos.

El camino hacia la autorregulación pasa, sin duda, por aprender a controlar las tentaciones.