A
menudo, las metas sensatas a largo plazo (dejar de fumar para siempre, no beber
en exceso, hacer ejercicio) entran en conflicto con la tentación de los
placeres inmediatos (fumar un cigarrillo, beber hasta la extenuación,
apoltronarse en el sofá). Resistirse a la tentación requiere de cierto
autocontrol, de la capacidad de anteponer los objetivos a largo plazo a las
recompensas inmediatas u otros obstáculos. Las preguntas que nos realizamos son
las siguientes:
a.- ¿Cómo es posible que el ser humano se rinda a la
tentación, comprometiendo con ello sus propios intereses?
b.- ¿Qué circunstancias favorecen el
autocontrol?
c.- ¿Cómo puede reforzarse?
Dos
sistemas de procesamiento de la información
Partimos
del presupuesto que el individuo se ha comprometido a cambiar su
comportamiento. Una dosis de autocontrol resulta una virtud, ya que puede
proteger a la propia persona, así como salvar a otras de las consecuencias
negativas originadas por un comportamiento impulsivo.
Hoy
en día, muchos investigadores creen que el autocontrol puede describirse en
términos de conflicto entre diversos agentes o sistemas psicológicos. Existen dos sistemas de procesamiento de la
información: el impulsivo y el reflexivo.
a.- El impulsivo consta de conexiones asociativas que aseguran
un procesamiento de la información automático y de ahorro de recursos. La
magnitud de los impulsos varía en función de la personalidad, del estado de
necesidad homeostática y de la experiencia previa.
b.- El sistema reflexivo se encarga de la planificación y de
valorar las consecuencias de la conducta. Resulta más elaborado y costoso;
también demanda aquellos recursos que a menudo resultan limitados: tiempo y
capacidad de memoria. Se ponen en marcha siempre que una persona se proponga
una meta a largo plazo.
Objetivos
a largo plazo
Hay
un recurso en la página web http://www.stickk.com/
del profesor Dean Karlan e Ian Aynes que se ha ideado para lograr objetivos a
largo plazo. El grado de autocontrol depende de la interacción entre diversos
factores. El modelo de sistema dual proporciona diferentes trucos:
1.- Sea consciente de los riesgos y consecuencias negativas
que pueden comportar a largo tiempo la conducta indeseada.
2.- Aumente el compromiso personal, explicando, por ejemplo,
cuáles son sus objetivos a sus amigos.
3.- Transforme los objetivos abstractos en pequeñas etapas que
hay que cumplir.
4.- Alégrese de los logros parciales y la consecución por
etapas.
5.- Elabore propósitos del tipo “si-entonces”
6.- Sustituya las antiguas costumbres por otras nuevas
7.- Modifique sus impulsos mediante la asociación del aspecto
externos de las tentaciones con estímulos negativos.
8.- Reflexione sobre qué situaciones representan un gran
riesgo para usted y, en la medida de lo posible, trate de evitarlos.
9.- Mejore su autocontrol mediante el entrenamiento de su
memoria de trabajo.
10.- Procure realizar suficientes pausas y momentos de
descanso con el fin de restaurar sus recursos cognitivos.
El
camino hacia la autorregulación pasa, sin duda, por aprender a controlar las
tentaciones.