viernes, 27 de septiembre de 2019

Poesías de Septiembre



Todos son pasajeros,
entes inertes para mis ojos
Apareces, única, entre todos;
blanca entre los blancos
-como un estrella sin desiertos-
Conoces la soledad de las almas
porque las has visto todas
en las noches oscuras
No soy un pasajero cualquiera,
llevo todo tu peso en mi espalda
Quiero acariciar tus senos
para habitar con tus párpados
en bosques lejanos
Todos son pasajeros;
y tú los haces eternos


Solo quien conoce la intemperie
abraza a los abandonados;
a esos que deambulan solos y excluidos
La intempestiva miseria de los afectos
aviva inusitados infiernos
-poblados de seres desquiciados-
que hacen sombras con los soles
Solo quien se ha tejido con el tiempo
disculpa a los ignorantes;
a los que no saben que serán marginados;
volviéndose restos apátridas en nuevos reinos


Ardo de preguntas y de respuestas inconclusas
Aún, con la luz de las altivas catedrales
presiento que partiré sin respuestas
Vivo con el destello de un amor eterno,
que alimenta mi memoria,
y aligerando mis penumbras
me da vida para olvidarme de mi ausencia
Se fue, sin miedo de su partida
sabiendo que todos nos marchamos,
con el silencio de los dioses
y las lágrimas de los amantes
Amar es un misterio acérrimo,
una embriaguez resacosa