Los factores extralingüísticos han
sido determinantes en la desaparición de las lenguas aborígenes. Nos centramos en la variedad diastrática. La consolidación de una lengua implica
determinadas cotas de poder: los aborígenes han estado sometidos a los colonizadores.
La homogeneización por un poder vertical ha conllevado la perdida de la
diversidad lingüística. Se asume, desde una base gnoseológica, que cada
lenguaje implica una visión del mundo. Los diferentes entornos –físicos,
sociales y culturales- ha propiciado 6000 formas distintas de ver el mundo.
Australia ha perdido el 95% de su variedad lingüística, porque han silenciado
las voces de las lenguas aborígenes. Sin una determinada cota de poder, sin
educación, sin medios de comunicación o sin instituciones que velen por la
conservación –y adaptación a las nuevas demandas sociales- las lenguas
languidecen hasta extinguirse.
La identidad es inseparable de
nuestra lengua de origen. De este modo, la desaparición de 3000 lenguas en los
próximos 100 años implica que muchas personas no podrán compartir con nadie su
idiosincrática visión del mundo. La cultura es inseparable del idioma en que se
gesta: cualquier genealogía nos muestra como las palabras han ido coagulando
las vicisitudes de nuestros antepasados.
Desde mi punto de vista, los proceso de homogeneización pruducen ciertas resistencias por parte de las minorías lingüísticas. En este sentido, sostengo que las lenguas minoritarias tienen que esforzarse para formar parte en el tablero del poder. No deja de ser una tarea ardua, pero la educación tiene un papel cardinal en la sensibilización por preservar la diversidad lingüística. El proceso de desaparición de una lengua es gradual, cuando la comunidad va extinguiéndose hasta la muerte del último hablante. Los factores económicos, políticos, económicos o demográficos se entrelazan. Un análisis pormenorizado nos permite aislarlos, comprender el peso especifico de la demografía o de la economía en la desaparición de una lengua particular, pero realmente los factores se superponen. Desde una perspectiva holística la incidencia en un factor implica un cambio en todo el sistema
Desde mi punto de vista, los proceso de homogeneización pruducen ciertas resistencias por parte de las minorías lingüísticas. En este sentido, sostengo que las lenguas minoritarias tienen que esforzarse para formar parte en el tablero del poder. No deja de ser una tarea ardua, pero la educación tiene un papel cardinal en la sensibilización por preservar la diversidad lingüística. El proceso de desaparición de una lengua es gradual, cuando la comunidad va extinguiéndose hasta la muerte del último hablante. Los factores económicos, políticos, económicos o demográficos se entrelazan. Un análisis pormenorizado nos permite aislarlos, comprender el peso especifico de la demografía o de la economía en la desaparición de una lengua particular, pero realmente los factores se superponen. Desde una perspectiva holística la incidencia en un factor implica un cambio en todo el sistema