La Provenza.
Así, como dejada entre la muchedumbre,
como un pájaro tímido, sin grandezas
Curiosa, como una maestra sin estridencias
Amante, revolcándose con deleite
sintiendo su abertura desbordada,
como una diosa anestesiada
Escondida sin malezas,
sin perdidas, sin miedos
La primavera
Vivos colores en sus frescos amaneceres
tenues formas onduladas en sus atardeceres
Olores de la Provenza
con su lavanda azulada
Pólenes revoltosos
mutaciones precisas
Montañas altivas
con sus cimas blanquecinas
Fronteras
Líneas ficticias de sangres derramadas
fingimientos de un pretérito azaroso
espacios inhóspitos de silencio
Líneas arbitrarias de las luchas,
de un dolor nada fingido,
de un sueño taciturno
Vallas altaneras y espinosas
paraíso fantaseado
cercado por el purgatorio