La maquinación hiriente
Amasando la rabia en silencio
disfrazas la venganza con la justicia
Con el dolor infringido
anhelas humillar la pena
Sabes que rociarás de tristeza tu alma
que el frenesí de la ira no extirpará tu
ruido
Hiriendo con furia a tu sombra
sentirás el hedor de tu esencia
El prodigio del amor
El amor es un prodigio
un tiempo y un espacio para la alegría y la
pena
La ilusión de lo nuevo
como la savia que combustiona nuestra alma
Tu sonrisa ilumina mis mañanas
mientras tus besos me resguardan del silencio
El tiempo indeleble corroe el alma
y a tientas el olvido alimenta la sombra
Nos vamos aún estando
como alimañas despechadas del hartazgo
La pena de la partida
como el testimonio de todo júbilo
Volvemos a soñar, a sentir el vértigo de la
vida
olvidándonos del que fuimos para ser otros
Nuevas andanzas
Exhausto de memorias inhabitadas
me atrinchero en las tinieblas
Al final, riéndome de mis sombras
exhalo el jugo de las penas
Aderezado de esperanzas
me engalano para nuevas andanzas