“Cada
obra de arte surge de una herida en el alma del artista”
Silvia Plath
La creación tiene lugar en la
fase perceptual del pensamiento. Vemos el mundo como lo percibimos, no el mundo
tal como es. En todo proceso creativo hay una elección: se apuesta por una
determinada hebra (variable, punto de vista, intuición…) para manejarse con la
complejidad. Nietzsche es un pensador que en base a una intuiciones -voluntad
de poder, el eterno retorno, la muerte de Dios y el superhombre- lidia con la
complejidad. Es póstumo porque cree que sus ideas pertenecen a un tiempo que no
es el suyo. Heidegger afirma que “pensar
es dudar uno de sus propias convicciones”. Nietzsche tiene capacidad de
pensar, de situarse en los límites para legarnos “una forma de ver” digna de
ser tenida en cuenta: “todo lo que he
pensado es mentira; pero menos mal que me he dado cuenta tarde”. Mi trabajo
parte de la hipótesis que Nietzsche a pesar que tiene un historial médico,
susceptible de entrever relaciones entre su obra y su psicopatología, es un
artista que a través de sus escritos encuentra el modo de llegar a ser el que
aspiraba ser.
Ha pasado a la historia del
pensamiento, junto con Marx y Freud, como un pensador de la sospecha. Mi
interpretación asume que su sospecha es constructiva. Freud asumió que el inconsciente
determina el consciente (teoría del iceberg), mientras Marx fue capaz de ver
las contradicciones del capitalismo. Nietzsche entendió la ficción de nuestras
creencias, pero no sucumbió al nihilismo.
El creativo y el control de la
información
El creativo presenta un tipo
especial de control de la información:
a.-
Cuestionamiento
b.-
Alternativas
c.-
Provocación
Cuestiona el orden vigente
creando un nuevo orden. Así, el creativo propone algo no obvio, extraño o raro.
Si la normalidad implica la adaptación o la homogeneización el artista tiene
algo de loco en cuanto “piensa, siente, actúa y se expresa diferente”. Para la
primera fase creativa se requieren unos determinados rasgos de personalidad que
pueden solaparse con ciertas psicopatologías (el trastorno bipolar, la
melancolía, el trastorno de personalidad narcisista…). Por otra parte, el
creador o artista es un pensador constructivo. Propone una “nueva forma de
mirar”.
En la primera fase, del
cuestionamiento el creador tiene que enfrentarse con la soledad.
"Saber que
nadie escucha a nadie. Nadie sabe nada de nadie. Que la palabra, ya, en sí, es
un engaño, una trampa, que encubre, disfraza y sepulta el edificio de nuestros
sueños y verdades, todos señalados por el signo de lo incomunicable"
(Los emisarios, 1984)
Desde mi
punto de vista, la idea clave de Nietzsche es la consciencia diáfana que la
verdad es un constructo histórico.
“La verdad es un
conjunto de metáforas, metonimias y antropomorfismos desgastados por el uso”
La alternativa creativa
Nietzsche recurre a un arquetipo
universal: Dicotomía literaria y filosófica (Carl Jung, Thomas Mann, Herman
Hesse). Hijos de Zeus:
a.-
Apolo es el dios del Sol, la claridad, la música y la poesía. La razón
b.-
Dionisio es el dios del vino (Baco), el éxtasis y la intoxicación. La emoción
Nietzsche -acérrimo enemigo de
la dialéctica hegeliana (tesis, antítesis y síntesis) que es un método para
alcanzar un orden histórico definitivo e inmutable- reivindica la constante
lucha entre la naturaleza y la cultura. Sostiene que en Occidente existe una
hipertrofia apolínea, una interpretación racionalista de la tragedia (que
inició Sócrates) que esclerotiza la verdadera voluntad. La tragedia se define
desde la hybris (desmesura); de un
héroe que no cumple su moira
(destino). Nietzsche, reivindica la posibilidad de un individuo creador; de un
pensador constructivo.
Su enardecida defensa del
vitalismo se define por la reivindicación de la voluntad de poder, de la
capacidad de llevar una vida auténtica –Píndaro, “llega a ser lo que eres”.
La voluntad de llegar a ser él
mismo
Nietzsche lucho toda su vida por
su independencia. Se sintió atado (por su hermana, por las obligaciones
académicas) y decidió vagar en soledad. Sus debilidades le hicieron fuerte. Lucho
hasta la extenuación para conocerse a sí mismo y actuar en consecuencia.
Desde su infancia toma
conciencia de su extrañeza. Podemos señalar rasgos de una personalidad esquizotípica. Es capaz de matar
a Dios porque quiere trazar su propia singladura (afirma “creemos en Dios porque creemos en la gramática”, así matando a Dios
se puede anunciar un nuevo evangelio.). Es un rebelde con un proyecto.
Historial médico
Nietzsche tenía una mala salud.
Algunos intérpretes han planteado la hipótesis que su teoría refleja en cierto
modo su historial médico (de la debilidad a la fortaleza). Sufrió de jaqueca
crónica (con una gran miopía) y siempre buscaba buenos climas para su salud
quebradiza (estuvo mucho tiempo en Sils Maria). Por otra parte, tuvo que dejar
la Universidad y vivió durante mucho tiempo consagrado a su obra. Encontraba
algo de paz y felicidad en sus paseos diarios, pero no logró alcanzar una vida
de serena. Algunos autores han lanzado la hipótesis que su misoginia se
cimentaba en dos hechos:
a.- La
manipulación constante de su hermana Elisabeth.
b.- Su
pírrica vida amorosa. Nunca alcanzó la ansiada intimidad
No tiene
hijos, no tiene pareja. Sufrió el rechazo de Lou Andreas Salome. Así, de la
misma manera que Van Gogh se enamora y no es correspondido. La imposibilidad de
establecer relaciones de intimidad acentúa la excentricidad, la introversión,
tendencias proselitistas, rasgos fanáticos, desadaptación y tendencias al
aislamiento, que se mantienen a lo largo de su vida. Necesidad de identidad, de
no sentirse indiferenciado en la tribu. Igual que Munch, que tiene una
necesidad obsesiva-compulsiva por retratarse, en Nietzsche encontramos siempre
ese “yo”, que piensa y siente, que sabe de la verdad y se transforma en nuevo
profeta. Verse, validarse. Se siente tratado de manera injusta. Estados de
manía mayor productividad.
En el historial médico destaca
la posible “sífilis”. Parece ser que la contrajo con una prostituta. La sífilis
podría explicar su hidrocefalia y su final trágico. Algunos interpretes
recurren a la anécdota de sus últimos días: abrazando a una caballo afirmó “cuánto más conozco a los humanos más quiero
a los animales”.
Para el
estudio patográfico podemos seleccionar variables psicológicas estructurales
tales como estudio del Yo, el sentimiento de identidad, los instintos, la
sexualidad, las relaciones y los vínculos y los mecanismos de defensa (Diaz
Curiel, 1999) desde un modelo psicoanalítico y teniendo como referente la
Teoría de las Relaciones Objetales (TRO) (Kernberg, 1976). La TRO representa el
estudio psicoanalítico de la naturaleza y el origen de las relaciones
interpersonales y de las estructuras intrapsíquicas que derivan de relaciones
internalizadas del pasado, fijándolas, modificándolas y reactivándolas con
otras en el contexto de las relaciones interpersonales presentes. Nietzsche
tuvo una vinculación muy ambivalente con el compositor Wagner (también con su
mujer), del amor al odio. Era un hombre de extremos: ansiaba que le acariciasen,
pero rechazaba cualquier caricia… no permitía la compasión. Aguanto su rebeldía
hasta que al final de sus día fue sucumbiendo a sus propios delirios.