Terrestre
Mientras la luna
no supo del amor
soñaba frente al mar
Mientras el sol
se hinchaba de pasión
su luz fue mi diapasón
Aconteció el silencio
y con su susurro hiriente
me moldeó terrestre
La estrechez
El sol con su rosada languidez
acariciaba mi estrechez
¡Soñaba ser otro, otra¡
embriagarme con la hostil plenitud de la vida
¡Hay tantos espejos que oscurecer¡
reflejos insulsos, anodinos del querer
¡Saboteadores del asombro¡
soldados de la
necesidad y el compromiso
Desde Yalom
Fantasearme amortajado
inmóvil, estando sin estar
sin dolor, sin miedo
en paz, viendo sin ser
Despertarme sudoroso
sintiéndome, pellizcándome
doloroso, resacoso
respirando alegremente
En el presente
sin estar ausente
El silencio
El rumor de tus lágrimas
apacigua mi furia
El recuerdo de tus risas
enaltece tu belleza
El silencio
El vacío
La inanidad de mi hastío
la afonía de mi verbo
La belleza fugaz
La belleza aparece
fugitiva, esplendorosa,
con su hálito de venganza,
con su contorno tenue
Inaprensible, sin fisuras,
ajena a las miradas
solícita en sus andares,
ligera de pesares
Estoy fuera
Estoy fuera, pero no alienado.
Un día nos iremos,
sin dejar rastro
¿por qué no empaparnos
con la vida?
Sentir el vértigo,
asomarnos al precipicio.
No temas mi osadía
Estoy fuera, pero no alienado
embestiré tu pena
con el sable de mi inocencia
Después nadie nos recordará,
habitaremos en el sótano del silencio
Ahora, en este instante, te tengo
aún sabiéndonos hijos del tiempo
Estoy fuera, pero no alienado
No temas a mi desvarío,
abraza mi fuego,
atraviesa tu coroza,
verdea tu alma
Alimenta mi locura
con paciencia y dulzura
Estoy fuera, pero no alienado
¿por qué oscurecernos
de tristeza?