miércoles, 13 de junio de 2012

La sabiduría en la terapia psicológica


¿Qué entendemos por sabiduría?

Al filósofo se le define como "amante de la sabiduría". La sabiduría tiene que implicar algo más que estar informado o tener unos conocimientos adecuados sobre un determinado aspecto de la existencia humana. Desde los primeros filósofos se ha comprendido "como la habilidad de comprender y dar respuesta a los principales retos que nos plantea la existencia humana". Los principales retos que se han planteado han sido el sentido de la vida, la aceptación de nuestra finitud, la habilidad para comprender la razón de ser de lo que nos ocurre, la capacidad de amar, la serenidad ante las adversidades, la posibilidad de tener un criterio propio, en definitiva la extraña habilidad de "habérselas" con los retos que
nos plantea la existencia humana. 

El papel de la sabiduría en la terapia psicológica

Cuando nos enfrentamos a un problema complejo (la muerte de un ser querido, una enfermedad grave, una separación amorosa...) tenemos que recurrir a nuestros propios recursos o los que tenemos a nuestro alcance para volver a la normalidad. Hay experiencias claves, que una vez el dolor que nos ha causado ha cicatrizado, nos hacen más sabios. Cualquier experiencia, tanto dolorosa como gozosa, nos puede hacer más o menos sabios.
La sabiduría en terapia sería una forma de adquirir una serie de habilidades que tanto nos permitieran inmunizar a nuestro psique del dolor como iluminar nuestra alma con la alegría.

Nueve habilidades de sabiduría

1.- La serenidad es el arte de ser dueños de nuestras emociones y canalizarlas adecuadamente.
2.- El contextualismo es la capacidad de comprender lo que nos acaece en relación a las circunstancias, es saber que con otros tiempos y espacios se producirán diferentes realidades.
3.- Contemporizar los valores es contemplar, al enjuiciar el pensamiento y el comportamiento, historias y valores diferentes. Reconocer que cada uno actúa en relación a sus propias circunstancias.
4.- Tolerancia frente a la incertidumbre es asumir que tenemos unos límites y, sin eludir nuestra responsabilidad, no podemos controlar todas las variables que determinan nuestra existencia.
5.- El distanciamiento de uno mismo es reconocer objetivos superiores y rebajar nuestros intereses individuales.
6.- La constancia permite lograr objetivos a largo plazo y demorar la gratificación inmediata.
7.- La empatía es percibir los sentimientos y vivencias de otras personas y saber ponerse en su lugar.
8.- Cambiar de perspectiva nos ayuda a contemplar la realidad desde distintos enfoques.
9.- Saber resolver las situaciones y problemas que se nos plantean la vida.

Modificar la perspectiva

Según cómo interpretamos la realidad la sentimos y la vivimos. El primer paso sería plantearnos la posibilidad de interpretar de otro modo lo que nos va ocurriendo, flexibilizando nuestros esquemas mentales. Sin dejar de tener un criterio propio tendríamos que ser capaces de comprender que los otros actúan bajo otros criterios, además de esforzarnos por crear puentes de comunicación para crear unos criterios compartidos. El valor ético que define a la sabiduría es la aceptación, aceptarse a uno mismo y a los otros. Los primeros sabios griegos se comprendieron como "amantes de la sabiduría", siempre aproximándose a su amada sin poseerla para siempre.

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